Consciencia científica

El pasado domingo, 14 de septiembre, compré el periódico Público (http://www.publico.es/), llamado por la colección de Mafalda.
Aunque ya se de qué pie cojea este diario, y como tal leo todas las noticias con el excepticismo oportuno, me llamó mucho la atención las palabras de Ramón Núñez, Director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Textualmente copio de la página 34:
Un país puede vivir con ciudadanos analfabetos artísticos, pero no puede vivir con analfabetos científicos. La democracia, en un país así, no es posible.
Pues yo disiento.
Hay que evitar el analfabetismo en todas sus facetas, tanto artísticas como científicas.
¿y qué considera usted como analfabeto artístico, a Miguel Ángel, a Leonardo Davinci; porque no fueron a unaEscuela de suficiente nivel?
Si nos vamos a la tan manida revolución francesa, encontramos que había pocos próceres científicos, y sí algún que otro artístico, y parece ser que les ha ido muy bien.
De aquélla época, por la península ibérica, la cosa científica tampoco era muy lúcida, y creo que les iba suficientemente bien; al igual que la edad de oro de la literatura española, con la que pudimos subsistir sin lumbreras científicas.
En fin, que querer ser el ombligo del mundo para justificar el sueldo (o sueldazo), no me parece lo mejor, y desde luego, lo que si que nos sobran son estos starrings (gente que va de estrella), que busca relevancia intelectual através de titulares de prensa.
Afortunadamente, la democracia sigue progresando en situaciones muy precarias, y a pesar de personas más o menos cualificadas en diversos terrenos.
Se corre el riesgo de querer decir (en estos días que últimamente se quieren decir tantas cosas con tan pocas palabras): que sólo son personas democráticas las personas ilustradas y de alto coeficiente intelectual.
En fin, que ya hemos pasado por esto hace un tiempecillo.