miércoles, 27 de octubre de 2010

VIII Jornadas de puertas abiertas de Patrimonio desconocido de Toledo

Programa:



Ya está aquí el cineclub municipal de la temporada invernal 2010

Pues aquí os dejo la programación del cineclub municipal de Toledo, que casi 30 años no es nada.

Fiestas y tradiciones

Dentro del tipismo que nos podemos encontrar en las fiestas locales, voy a citar algunas cosas que me llaman la atención, en al menos uno de los pueblos que frecuento en sus celebraciones.

Quizás debería de empezar por la deducción de porqué se celebran las fiestas justo en fechas sin celebración santoral, es decir, que no son las del patrón. Lo que yo creo, es que son porque en un ámbito rural y agrícola, en estas fechas son los momentos de menor actividad, si exceptuamos cultivos de ciertos frutales, pero que en la extensión manchega son excepción, rodeados de viñas, cereales y olivo.

Seguiré mi comentario por la comida, por ejemplo.

Puestos típicos de la feria son los de venta de turrón. Si, habéis leído bien, turrón en pleno mes de agosto. Según parece es una tradición que viene de lejos y en la que en los meses de agosto, los turroneros hacen la ruta de los pueblos manchegos en fiestas, para vender este manjar que estamos acostumbrados a consumir en navidades. Y no es porque en pleno verano los compradores se dediquen a comer turrón, qué va; sino porque es el momento en el que se almacena hasta la fecha indicada. Yo deduzco que en época pretérita, y debido a las labores agrícolas (que es justo ahora en agosto cuando están más relajadas), y que en las fechas navideñas por la zona no hay fiestas que lleven a feriantes a los pueblos, pues es sólo ahora cuando se podía hacer acopio de semejante manjar. Por otro lado, la seguridad alimenticia me da que pensar, ya que las condiciones de almacenaje, justo en esta época canicular, dejan mucho que desear, y sobre todo, si uno se fija en que una vez que se produce el producto (suele ser a partir de septiembre, ya que es cuando empieza a haber almendras -aunque ahora con la globalización pueden venir de otros sitios-) la fecha de caducidad es de 1 año justito.

Otro manjar que está disponible en la feria son las berenjenas de Almagro. Ese plato tan típico manchego, que se presenta en distintas tinajas para su venta, para parecer que es más artesanal, pero que en verdad, se van rellenando de las latas de consumo industrial. Es típico por esta zona hacer este encurtido de forma casera, proveyéndose las amas de casa primero de las berenjenas especiales (por el tamaño que tienen) y luego en la elaboración y envasado típico “al baño María” (como otros productos locales como el pisto o el tomate, pero éstos ya no se venden en los puestos).

Después de la comida pasaré a hablar del tema de la seguridad de determinados actos festivos. Al menos, en Villacañas, que es donde yo suelo acudir a ver sus fiestas, los actos se hacen en lo que denominan el Glorieta, un pasillo que finaliza en el escenario donde se realizan las actuaciones. A la derecha del pasillo nos encontramos con la valla que asegura el que nadie venga atravesando las vías, de unos trenes que suelen pasar a una considerable velocidad. A la izquierda del pasillo, nos encontramos con edificaciones variadas, pero en un continuo, lo cual da un pasillo de unos 100 metros con sólo dos escapes, y siempre hacia el norte. Además tenemos el condicionante de tener al lado del escenario un parking que suele estar abarrotado de coches, y además suele haber coches mal aparcados; junto con 3 terrazas, con sus respectivas mesas y sillas que obstaculizan un escape, y en el otro extremo, hay un cuello de botella de unos escasos 10 metros, con obstáculos también a la salida (puestos y vehículos). En determinados momentos de la fiesta, en este pasillo se pueden concentrar más de 3000 personas (tirando por lo bajo); si nos ponemos en lo peor de una desgracia, no se si se ha llegado a plantear las medidas de seguridad oportunas.

Como colofón a las curiosidades observadas, los puestos de ropa, bolsos y relojes de imitación. La verdad es que llama la atención que un ayuntamiento autorice la venta de productos que se sabe que son fraudulentos, ya que son puestos legales, que han pagado su canon de puesto de feria, e incluso se venden CD's de música y películas del tan conocido “top manta”. Más llama la atención los puestos de juguetes, que no se sabe si cumplen las normas de seguridad de la comunidad europea, pero apostaría a que no, visto lo anterior. Pero lo cierto es que si se quitan estos puestos, la feria quedaría bastante pelada de comerciantes, y el ayuntamiento necesita los dineros que genera el canon de apertura de puesto, y además parece que aquí se paga por todos y cada uno de los días de feria; no valen tiempos menores. Es muy penoso que por un dinero fácil, el ayuntamiento deje de cumplir sus obligaciones de salvaguardar lo que en condiciones normales prohibiría. Pero que conste que ésta anécdota no sólo es en este pueblo, es en todos los que están en fiestas o que tienen mucho turismo, de hecho recientemente se habla de un pueblo costero que va a crear un mercadillo de “top manta” fuera de la zona comercial, para tenerlos controlados.

Pues nada más en el anecdotario de este verano en su primera quincena.