jueves, 11 de diciembre de 2008

Enciclopedia de las aves virtual

La SEO (www.seo.org) ha sacado una enciclopedia virtual de las aves de España.
En modo de prueba se puede consultar online en http://www.enciclopediadelasaves.es
Hay que descargarse el Shockwave de Adobe, siguiendo las instrucciones.
A modo tentativo de lo que he probado está bastante bien.
También cabe la posibilidad de comprar el DVD por tan sólo 20 euros.
En fin, que viene muuuyyy bien, por ejemplo hace una comparación de alaudidos muy buena.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Mi admirado y odiado Pérez Reverte

Hola.
Creo que no lo he mencionado aquí, pero Arturo Pérez Reverte es cartagenero como yo. He intentado seguir su obra, pero la verdad, me falta tiempo, y a duras penas le sigo en sus artículos semanales en una revista dominical de periódico (http://www.xlsemanal.com/web/home.php).
En fin, no siempre estoy de acuerdo con él en lo que dice, y sobre todo cómo lo dice, pero de vez en cuando da en la diana con los temas que trata.
Lo que voy a mencionar hoy, desgraciadamente no tengo constancia verídica, y parece como un bulo de esos de internet, de gente que ha dicho y demás, pero a falta de conseguir la copia original del artículo, me fiaré de lo que dicen muchos internautas que parece que es verídico.
Os paso este artículo del famoso cartagenero, que ha sido una de las mejores profecías de alquien no experto (creo yo). Sinceramente, chapeau.

Publicado en El Semanal el 15 de noviembre de 1998.

Los Amos del Mundo / Arturo Pérez-Reverte

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro. Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo. Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden. No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro. Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados. Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja. Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no. Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda... Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida. Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena. Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

El cambio climático de otros

En el artículo http://blogs.publico.es/ciencias/557/%C2%BFa-quien-le-importa/ se habla del mundo invisible que parece que no se ve ante el cambio climático, y lo fácil que es que otros luchen por ello.
Aquí os lo dejo:

La ciencia es la única noticia

¿A quién le importa?

30 Nov 2008
09:00

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Ciencia de pega// Miguel Ángel Sabadell


No hay tema más sensible en la actualidad al uso de la ciencia de pega que el famoso cambio climático. A pesar del empeño de catastrofistas varios, resulta muy difícil vaticinar lo que sucederá si la temperatura de la Tierra aumenta en un grado a finales del siglo XXI. Lo llamativo es que, a menudo, el posible impacto contribuye de forma marginal a un problema que ya existe y sobre el que no se hace nada. Por ejemplo, el gobierno filipino ha reconocido la amenaza que para su país supondrá el aumento gradual del nivel del mar entre 1 y 3 milímetros por año y quiere tomar medidas. Pero olvida que el principal motivo del riesgo de inundaciones es la excesiva explotación de las aguas subterráneas, que hunde las tierras desde varios centímetros a casi un decímetro al año. La malaria es otro tema recurrente: al parecer se incrementará en un 7% a causa del calentamiento global. Pero nadie menciona el estudio publicado en Science en 2004, donde se decía que, sin tener en cuenta el calentamiento del planeta, en 2080 el riesgo de malaria aumentará un 100%. El cambio climático es una buena excusa para deslizar bajo la alfombra políticas incompetentes: es el moderno aguamanil de Pilato.

Los ecologistas han publicitado hasta extremos catastróficos los efectos del calentamiento global, pero han sido incapaces de movilizar a la sociedad pues sus soluciones no son nada atractivas: hablan de apretarse el cinturón y restringir las comodidades. En esencia, su planteamiento de regresar a un modo de vida más simple no cuaja, quizá porque la mayoría preferimos comprar productos ecológicos en el supermercado a cultivarlos. Pedir a los habitantes del primer mundo que den la espalda a su abundancia es tremendamente naïve.

El sociólogo Juan Ignacio Sáenz-Díez decía que vivimos en la civilización del desperdicio, y no sólo por nuestro producto manufacturado estrella, la basura. España se comprometió en 1990 a aumentar sus emisiones para 2012 en sólo un 15%; en 2005 superaban el 50%. Mientras, compramos los contaminantes y derrochadores SUV: padres y madres los necesitan para llevar a sus hijos al colegio. Se amenaza al ciudadano con cortes de agua para ahorrar el preciado líquido, pero seguimos teniendo tuberías decimonónicas, con un nivel de pérdidas altísimo y que ningún político está dispuesto a cambiar. La razón es bien simple: cuestan mucho y no se pueden inaugurar.

Hace tiempo

Hola de nuevo.
He estado desconectado un tiempo, por el trabajo extra que supone para ciertos gestores el poner a punto los gastos que hay que justificar a fin de ejercicio. Si a eso se le suma el trabajo habitual de prácticas, experimentos de mi interés, etc. hacen que mi tiempo se me diluya entre los dedos, cual arena de la playa.
Han pasado cosas que considero de mi interés, como lo que yo considero "mi éxito" de la desaparición de símbolos franquistas del Campus de la Fábrica de Armas de Toledo. Ha costado, pero se ha conseguido. A ver si subo las fotos. No se, una vez hecho, ahora me parece que falta algo, o más bien, me sobra algo, esa estatua que preside la plaza quizás. Habrá que dejarlo para "otra guerra".

He conseguido, creo, concienciar a los alumnos que hagan unas prácticas docentes "limpias" y no contaminantes; pero a pesar de todo ellos son muchos y el profe y yo, uno solo. No terminan de ver la trascendencia de la cosa, y eso que están en la Facultad de Medio Ambiente.

Bueno ahora mismo os pongo algo más.