Opinión
30/06/2011
BAJO Y CLARO
Corpus poliédrico
Epícaris
Nos ha llenado de satisfacción el que una Fiesta que describíamos la semana pasada como uno de los legados del patrimonio inmaterial más interesantes del panorama nacional mostrara en esta ocasión una de sus mejores ediciones. Y ello es fruto de la conjunción de muchos esfuerzos. Los prólogos más progresistas comenzarán por agradecer la labor de los trabajadores y trabajadoras del ayuntamiento, otros a la participación procesional y las muestras de devoción de los fieles. Por medio hay muchos colectivos que hacen posible este magnífico resultado.
Es innegable el esfuerzo y dedicación de la Junta Pro-Corpus, verdadera protagonista en la preparación de la infraestructura de la fiesta. Hay que destacar, en estos últimos años, la labor de las escuelas talleres municipales, que han puesto al día gigantes y tarasca, reposteros y farolería. Otro elemento que ha ganado importancia son los arreglos florales realizados por el gremio de floristas, que gracias a patrocinadores y particulares -éstos contados- siguen adornando sus fachadas y recorrido. Agradecer que la Asociación de Patios Toledanos obtiene en cada edición mayor reconocimiento, a los distintos organismos religiosos, ya sean clérigos, hermandades y cofradías; a los militares o los distintos cuerpos de seguridad que aportan al conjunto una insustituible dosis de vistosidad y cohesión; a la Concejalía de Festejos con su programa paralelo de actos festivos y a la de Servicios, ya que gracias a la labor callada, pero no por ello menos eficaz, de los servicios técnicos y de limpieza municipales, logran preparar y presentar una carrera espléndida a usuarios y visitantes.
Dos notas discordantes. Una, la de la universidad, que representa la instrucción y la investigación de las artes plásticas en nuestra región, que aún saliendo en la carrera procesional, mantiene una actitud pasiva, y aún ostentosa, ocupando con su tribuna un espacio público privilegiado, sin aportar más a la fiesta. Ausencia notoria también la de su vecino, el Círculo de Arte, que teniendo entre sus fines la creación plástica, no lo muestra en esta ocasión única y necesitada de muestra de creaciones contemporáneas. Otra es la del Cabildo Catedral, que nos ha sorprendido dejando desnudas de sus magníficos tapices gran parte de los muros exteriores del templo, cuando tendría que procurar llenar todo el perímetro procesional del mismo, cosa que no hace desde hace decenios.
Es innegable el esfuerzo y dedicación de la Junta Pro-Corpus, verdadera protagonista en la preparación de la infraestructura de la fiesta. Hay que destacar, en estos últimos años, la labor de las escuelas talleres municipales, que han puesto al día gigantes y tarasca, reposteros y farolería. Otro elemento que ha ganado importancia son los arreglos florales realizados por el gremio de floristas, que gracias a patrocinadores y particulares -éstos contados- siguen adornando sus fachadas y recorrido. Agradecer que la Asociación de Patios Toledanos obtiene en cada edición mayor reconocimiento, a los distintos organismos religiosos, ya sean clérigos, hermandades y cofradías; a los militares o los distintos cuerpos de seguridad que aportan al conjunto una insustituible dosis de vistosidad y cohesión; a la Concejalía de Festejos con su programa paralelo de actos festivos y a la de Servicios, ya que gracias a la labor callada, pero no por ello menos eficaz, de los servicios técnicos y de limpieza municipales, logran preparar y presentar una carrera espléndida a usuarios y visitantes.
Dos notas discordantes. Una, la de la universidad, que representa la instrucción y la investigación de las artes plásticas en nuestra región, que aún saliendo en la carrera procesional, mantiene una actitud pasiva, y aún ostentosa, ocupando con su tribuna un espacio público privilegiado, sin aportar más a la fiesta. Ausencia notoria también la de su vecino, el Círculo de Arte, que teniendo entre sus fines la creación plástica, no lo muestra en esta ocasión única y necesitada de muestra de creaciones contemporáneas. Otra es la del Cabildo Catedral, que nos ha sorprendido dejando desnudas de sus magníficos tapices gran parte de los muros exteriores del templo, cuando tendría que procurar llenar todo el perímetro procesional del mismo, cosa que no hace desde hace decenios.
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