Hoy toca hablar de una actitud habitual que sufrimos los ciudadanos por parte de instituciones públicas, en concreto, en este caso, el Ayuntamineto de Toledo.
Hay cosas incomprensibles, como el caso que cuento.
En los autobuses urbanos de Toledo, existe un sistema de GPS, por el cual, con los dispositivos adecuados, en las paradas se sabe, con cierta exactitud, cuánto tiempo le falta para llegar. Es un sistema que se implantó hace ya un par de años largos; digamos que en la anterior legislatura municipal.
Inicialmente, el sistema funcionaba bastante bien, pero conforme iba pasando el tiempo, algunos equipos en las paradas, dejaron de funcionar (por no decir los banners de información interiores de los propios autobuses, que mostraban días y temperaturas no acordes con la realidad); todo ello coincidente con el cambio de equipo municipal.
Dispuesto a deshacer entuertos, e ilusionado con que estos nuestros políticos actuales me iban a hacer caso, me puse a asaltar el "buzón del ciudadano" (http://www.ayto-toledo.org/servicios/buzon/buzon.asp). Ni corto, ni perezoso, todas las semanas incluía una queja.
Pasado un mes, me contestó la Secretaria de Gabinete del Concejal de Movilidad, por correo electrónico, dándose por enterada, y exponiéndome que iba a disponer las cosas oportunas para la subsanación.
Llega ya el mes de Octubre, y tras 5 meses de quejas y una carta a un periódico gratuito, esa misma semana, me llama al móvil el propio concejal. Me expone que la razón del mal funcionamiento es que los dispositivos montados en las paradas iban con baterías, que se han ido agotando, y no se han repuesto. En algunos casos, se sustituían las baterías, y en otros, se hacía una instalación nueva, que conlleva la conexión a la línea eléctrica. Me dijo que "en breve" se solucionaría el problema.
Bueno, pues tras seguir con los escritos semanales, y pedírselo a Papá Noel y los Reyes Magos, nada de nada.
Se ve que en política, mientras que no les afecte a su bolsillo o haya elecciones cerca, el concepto de breve, es muy difuso.
A pesar de todo, no cejo en el intento, y sigo con mis escritos semanales.
Ya os contaré los resultados.
P.D.: en compensación, también me quejé al respecto de árboles cuyas ramas eran peligrosas para los viandantes, y a eso si me hicieron caso.
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2 comentarios:
Pues nada, a seguir dando la vara...
Ah, la próxima, la de dejar llevar bicis, eh?
qué grande eres garrofa! garrofa! Me recuerda a una peli, en la que creo recordar que un preso pedía libros al ayuntamiento... una carta por semana, hasta que se lo mandaron, no ceje usté en su empeño!! qué grande!!
-la paya-
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